Abriendo nuestros oídos a Dios

Cuando recae en nosotros el dirigir a nuestra familia a un nuevo ritmo, a veces nos sentimos incomodos y torpes; esto nos provoca ansiedad y nos hace sentir solitarios. 

Hemos escuchado decir que esta es una temporada de “sacrificios”. Lo cual no es de mucha ayuda, a decir verdad.

Esto es lo que podemos hacer: Cuando nos sentimos llamados al liderazgo en nuestros hogares, se requiere de un sentido de “sacrificio”, entonces debemos recordar inmediatamente que: la obediencia es mejor que el sacrificio (1 Samuel 15).

¿Por qué es esto útil?

Porque la “obediencia” no es lo que usted cree que es.

La cita anterior completa dice:

¿Y crees que al Señor le gustan tus holocaustos y ofrendas
más que la obediencia a sus palabras?
Entiende que obedecer al Señor es mejor que ofrecerle sacrificios,
y que escucharlo con atención es mejor que ofrecerle la grasa de los carneros.
– 1 Samuel 15:22b

Obedecer es mejor que los sacrificios.
Escuchar atentamente
 es mejor que la grasa de los carneros.

Estas son comparaciones paralelas.

Sería justo reconstruir la comparación de la siguiente manera:

Escuchar atentamente es mejor que los sacrificios.

¿Escuchar atentamente es mejor que los sacrificios?

Encontramos este principio en otras partes de las Escrituras. Aquí hay un ejemplo de los Salmos:

Las ofrendas y los sacrificios no te agradan…
pero me has abierto los oídos.
– Salmo 40:6a

La atención y la obediencia son conceptos intercambiables en estos textos.

Lo que Dios quiere de su liderazgo espiritual en el hogar no es una simple conformidad con el deber litúrgico o el sacrifico espiritual.

Él quiere ser un miembro de su familia, quiere ser honrado, desea que se le hable y se le escuche con total atención. ¿Puede usted crear un espacio para eso en su hogar?

Liderar su familia en los ritmos espirituales es una invitación a algo divinamente íntimo y hermoso, no es una mera exigencia divina.

Puede sentirse torpe, incomodo o solitario a medida que orienta a su tribu hacia nuevas maneras de hacer las cosas, pero eso se debe a que estos son los nuevos pasos de baile. Ellos se vuelven más fluidos a medida que crece nuestra memoria muscular; con la práctica, aprendemos a “prestar atención” con movimientos más naturales.


Para considerar: 
¿Qué transmite su lenguaje verbal y corporal a su tribu cuando les pide que escuchen con atención a Dios con usted?   

Recuérdeles: No tenemos que hacer esto por obligación. Hacemos esto para invitar a Dios y participar con Él, como miembro de nuestra familia.

Tim Brygger